Obi-Wan Kenobi
Un
legendario Maestro Jedi, Obi-Wan Kenobi era un hombre noble y dotado en
los caminos de la Fuerza. Entrenó a Anakin Skywalker, sirvió como
general en el ejército de la República durante la Guerra de los Clones y
guió a Luke Skywalker como un mentor.
LA CAÍDA DE LA REPÚBLICA
Como Padawan, Obi-Wan Kenobi fue el testarudo aprendiz de Qui-Gon Jinn.
Los dos fueron enviados para resolver una disputa entre la Federación de
Comercio y el planeta Naboo, pero las negociaciones nunca se llevaron a
cabo, debido a que el Lord Sith Darth Sidious, orquestando el bloqueo
del planeta de la Federación de Comercio, ordenó matar a los Jedi.
Obi-Wan y Qui-Gon sobrevivieron a la trampa, sin embargo, huyeron a la
superficie del planeta. Allí, finalmente contactaron a Padmé Amidala la
reina de Naboo, huyendo del planeta y aterrizando en Tatooine. Qui-Gon y
Padmé se cruzaron con un joven esclavo llamado Anakin Skywalker, que
tenía capacidades de dominio de la Fuerza inusuales y que ayudaba a los
héroes varados a pagar por los repuestos de las naves estelares ganando
una carrera de Pods. Anakin y Obi-Wan se reunieron por primera vez
después de un casi mortal ataque por un misterioso guerrero oscuro y el
grupo se dirigió a su hogar en Coruscant. En un movimiento sorpresa, la
reina Amidala decidió regresar a Naboo para recuperar el planeta, con
Obi-Wan y Qui-Gon acompañándola. Poco sabían que la oscura amenaza de
Tatooine en verdad era un Sith llamado Darth Maul que estaba a la espera
de su llegada. Los dos Jedi se batieron a duelo con Maul en un furioso
combate rápido, que vio a Qui-Gon caer fatalmente herido. Obi-Wan
continuó la lucha, pero un empujón de Fuerza lo dejó colgando por encima
de un pozo profundo. Maul jugó con él, pateó el sable de luz de Obi-Wan
hacia el abismo, pero no pudo anticipar el sagaz movimiento del Jedi:
dio un salto sobre Maul, sacó el arma Jedi de Qui-Gon y cortó al lord
Sith en dos. Kenobi corrió hacía Qui-Gon, quien con su último deseo
pidió a Obi-Wan que entrenará a Anakin como Jedi. Y así fue: el Consejo
dio a Obi-Wan el título de caballero y Anakin fue nombrado su padawan.
Como Obi-Wan Kenobi continuó entrenando a Anakin Skywalker, los dos
fueron asignados como seguridad de su vieja amiga, la senadora Padmé
Amidala, después de un intento de asesinato contra su vida. Después de
un segundo intento, Obi-Wan y Anakin persiguieron a su agresor, un
cazador de recompensas clawdite llamado Zam Wesell. Siguiéndola en uno
de los bares de mala muerte de Coruscant, Obi-Wan esperó a que Wesell se
le acercara y le amputó la mano con un corte sorpresa de su sable de
luz. El Jedi llevó al cazador de recompensas herido a la calle, donde
Wesell fue misteriosamente asesinado por un disparo de dardo envenenado
desde arriba.
Obi-Wan comenzó una investigación, encontrando que
el dardo era del planeta Kamino, un planeta que había sido
misteriosamente borrado de los Archivos Jedi. En Kamino descubrió que un
gran ejército de clones había sido creado por la República, en nombre
de un Jedi que había estado muerto durante casi 10 años y el mapa
genético era del cazador de recompensas Jango Fett. Buscando detener a
Jango, Kenobi luchó con Fett bajo la interminable lluvia del planeta,
pero el cazador de recompensas escapó en su nave estelar. Obi-Wan siguió
a Fett a Geonosis, donde se encontró con las fuerzas separatistas que
se habían reunido bajo el liderazgo del ex Jedi Conde Dooku. Mientras
informaba a los Jedi, Obi-Wan fue emboscado, hecho prisionero y
condenado a morir en la arena de Geonosis. Sobrevivió, matando a un
cruel acklay. Junto con otros Jedi y el nuevo ejército de clones, luchó
contra los droides de combate viendo como estallaba la Guerra de los
Clones a su alrededor. Él y Anakin enfrentaron al Conde Dooku, que se
había convertido al lado oscuro. Ambos Jedi sufrieron lesiones al no
poder detener al líder separatista.
Obi-Wan Kenobi se convirtió en un general en el Ejército de la República
en la Guerra de los Clones, teniendo muchas aventuras con Anakin
Skywalker. El principal escollo para ellos fue el regreso de Darth Maul,
el Lord Sith que Obi-Wan cortó en dos en Naboo. Maul quería venganza y
luchó contra Obi-Wan en numerosas ocasiones, eventualmente asesinando al
antiguo amor de Obi-Wan la Duquesa Satine en revancha. Obi-Wan estaba
destrozado, pero como un verdadero Jedi, no cedió a la ira o el odio.
Después de que el Canciller Supremo fue secuestrado por el General
Grievous, líder del ejército droide, Obi-Wan y Anakin lideraron una
audaz misión de rescate. Lucharon camino a la nave de Grievous y ganaron
la entrada a la torre de control en la que una vez más se batieron a
duelo con el Conde Dooku. Aunque Dooku fue capaz de derrotar a Obi-Wan,
que casi lo mata, no pudo hacer lo mismo con Anakin. Ante la insistencia
del Canciller Palpatine, el joven Jedi decapitó al Lord Sith. Anakin
llevó a un inconsciente Obi-Wan en su espalda y los tres volvieron a
Coruscant.
En la capital galáctica, los Jedi se habían
vuelto desconfiados con Palpatine. Él nombró a Anakin para ser su
representante en el Consejo, lo que los Jedi solo permitieron para que
el profetizado como el Elegido pudiera informar en secreto de todas las
actividades del Canciller. Fue Obi-Wan quién dio a Anakin esta tarea y
ello afectó su amistad. Poco después, Obi-Wan fue enviado a Utapau,
donde se encontró con el General Grievous. Los enemigos entraron en
combate con los sables de luz y Obi-Wan finalmente destruyó al líder del
ejército droide con un arma más "incivilizada", disparando a las
entrañas orgánicas del cazador Jedi con una Pistola bláster. Pero
entonces, sucedió algo extraño. Los soldados clon lo traicionaron,
abriendo fuego sin causa aparente. A los clones se le había emitido la
Orden 66, el exterminio de todos los Jedi, enviada por el Canciller
Supremo, quien en realidad era el Lord Sith Darth Sidious. Obi-Wan
sobrevivió y se puso en contacto con Yoda, aunque ningún otro Jedi había
informado estar con vida. Los dos regresaron a Coruscant para
interferir una señal que fue tendida como una trampa para los
sobrevivientes de la Orden 66, pidiéndole a todos mantenerse alejados de
la capital. Obi-Wan buscó en un holograma de seguridad ver quien
dirigió la masacre de los Jedi en el Templo; se sintió abrumado por la
pena y pesar de ver que era Anakin, ahora convertido al lado oscuro y
llamado Darth Vader.
Yoda asignó a Obi-Wan hacer
frente a Anakin, que había abandonado Coruscant para ir al planeta de
lava Mustafar. Ambos igualados en su poder, los dos antiguos amigos se
batieron a duelo llegando a un punto muerto, hasta que Anakin trató de
saltar por encima de su viejo Maestro, Obi-Wan el cual le advirtió de no
intentarlo. El nuevo Sith, lleno de ira y orgullo desmedido, ignoró
estas súplicas; Obi-Wan cortó sus piernas y brazos. Desconsolado,
Obi-Wan dejó a Anakin a su suerte en la ribera de un río de lava. Con la
Orden Jedi derrotada y la galaxia bajo el dominio Sith, Obi-Wan, Yoda y
el senador Bail Organa diseñaron un plan: separarían a los niños de
Anakin y Padmé, que había muerto en el parto, y los protegerían del
Emperador. Bail adoptaría a la niña, Leia y la criaría como su propia
hija; Obi-Wan llevaría al muchacho, Luke, con su familia en Tatooine,
donde podría velar por él y cuando llegara el momento, le revelaría a
Luke sus verdaderos orígenes y lo entrenaría para ser un Jedi.
LA GUERRA CIVIL GALÁCTICA
Después que la Orden Jedi fue casi erradicada por el Emperador y
Darth Vader, Obi-Wan se escondió en Tatooine, velando por Luke Skywalker
y esperando para enseñarle los caminos de la Fuerza. Finalmente, el
destino intervino y Obi-Wan se encontró a sí mismo rescatando a Luke de
los bandidos Tusken. De vuelta en su cabaña, Obi-Wan reveló a Luke que
era amigo de su padre, quien también era un Caballero Jedi, hasta que
Darth Vader, un ex Jedi, lo traicionó y asesinó. Obi-Wan dio el sable de
luz de su padre a Luke, animándole a aprender acerca de la Fuerza y
dejar Tatooine. Los dos descubrieron un mensaje oculto de la princesa
Leia Organa escondido dentro de R2-D2, pidiéndole a Obi-Wan que la
ayudara. El Maestro Jedi, Luke, R2-D2, C-3PO y los pilotos contratados
Han Solo y Chewbacca se dirigieron a Alderaan, planeta natal de la
Princesa.
En el viaje, Obi-Wan comenzó instruyendo a
Luke en los caminos de la Fuerza y el combate con sable de luz; a su
llegada, descubrieron que Alderaan había desaparecido, destruido por la
Estrella de la Muerte del Imperio. Su nave, el Halcón Milenario fue
atrapado por el rayo de atracción de la estación espacial, obligando a
los héroes a desembarcar. Evadieron la captura y descubrieron que Leia
estaba allí en una celda de la prisión; Obi-Wan se encargó de desactivar
el rayo de atracción, permitiendo a Luke, Han y Chewbacca rescatar a la
princesa. El Maestro Jedi tuvo éxito, pero luego se encontró con Darth
Vader, su antiguo alumno convertido en Sith. Se batieron a duelo y
Obi-Wan voluntariamente aceptó su muerte para que Luke y sus aliados
pudieran escapar.
Más tarde, cuando Luke pilotaba un
Ala-X en un intento desesperado de la Alianza Rebelde para destruir la
Estrella de la Muerte, la voz incorpórea de Obi-Wan habló a Luke y lo
guió a usar la Fuerza, no la tecnología de su nave. El joven héroe
realizó un disparo increíblemente preciso en el puerto de escape de la
terrorífica arma y la Estrella de la Muerte dejó de existir. "La Fuerza
estará contigo", le dijo la voz de Obi-Wan a Luke. "Siempre".
Luke Skywalker se convirtió en un héroe Rebelde después de la
destrucción de la Estrella de la Muerte y ayudó a dirigir a los Rebeldes
a su nueva base secreta en el planeta de hielo Hoth. Después de un
salvaje ataque de un Wampa, congelándose con el frío, Luke recibió la
visita de la forma espectral de Obi-Wan, quien le dijo que fuera a
Dagobah donde iba a ser entrenado por un Maestro Jedi llamado Yoda. Luke
fue al pantanoso planeta, donde continuó sus lecciones Jedi y recibió
la orientación de Obi-Wan, quien podría aparecer en forma de espíritu a
través del poder de la Fuerza. Alentó a Luke para completar su
entrenamiento antes de enfrentarse a Darth Vader, pero el impetuoso Jedi
no lo quiso escuchar.
Después de su derrota a manos de Darth Vader, Luke Skywalker regresó a
Dagobah para completar su entrenamiento. El joven Jedi había crecido y
alcanzado un gran poder y un moribundo Yoda le dijo que su entrenamiento
estaba completo, pero que debía enfrentarse a Darth Vader, con el fin
de lograr el grado de Caballero, también le confirma que es su padre.
Pero eso no fue todo; con sus últimas palabras, el Maestro Jedi informó a
su estudiante que había otro Skywalker. A Luke lo dejó conmocionado la
noticia y quedó a la espera de Obi-Wan en la cabaña de Yoda. Obi-Wan
explicó por qué protegió a Luke de la verdad acerca de su padre y
confirmó que el otro Skywalker era Leia, su hermana gemela. Alentó al
joven Jedi a enfrentar a Vader nuevamente; Luke más tarde lo haría, pero
en sus propios términos, en lugar de matar a su padre, le mostró
compasión. La bondad fue despertando en el Lord Sith y no quería morir
como Vader, sino como Anakin Skywalker. En una celebración en Endor,
Obi-Wan se unió a Anakin y Yoda en la Fuerza y con orgullo observaban a
Luke.