HISTORIA, TRADICIONES Y COSTUMBRES DE MI TIERRA COMALCALCO, TABASCO.
(Leirbag Van Butterflies Morrison)
El río Grijalva —o río Mezcalapa― es un río del sureste de México, nacido de la unión de los ríos Selegua y grandagalpa (Rincón Tigre) y el San Gregorio, que confluyen en el embalse de la presa la angostura, a partir de allí se le denomina río Mezcalapa; este pertenece a la cuenca denominada río Grijalva, el segundo más caudaloso del país y el mayor productor de energía hidroeléctrica. Sus fuentes nacen en la sierra de los Cuchumatanes,1 en el municipio de Chiantla, la primera en Huehuetenango, Guatemala, a unos 70 kilómetros de la frontera de Ciudad Cuauhtémoc, en Chiapas. En Guatemala se llama Río Seleguá, es el río que al ingresar a territorio mexicano se convierte en el río Rincón Tigre, en Chiapas después de confluir con el río San Gregorio, confluye con el río San Miguel (río Cuilco), continua discurriendo hacia el norte en donde forma el embalse de la presa de La Angostura, uno de los lagos artificiales más extensos de México, después de confluir con el río Rincón Tigre. El río cambia su curso de noroeste a norte hasta que llega a Tuxtla Gutiérrez en donde entra en lo que se conoce como el cañón del sumidero, en donde alcanza su máxima profundidad registrada antes de llegar al embalse de la presa Chicoasen.
El río después de pasar por la presa Chicoasen discurre de nuevo hacia el noroeste hasta entrar en el embalse de la presa de Netzahualcoyotl (Malpaso), es aquí en donde recibe uno de sus principales afluentes, el río La Venta, para luego de nuevo girar hacia el norte y luego de pasar por la localidad de Romulo Calzada entra en el embalse de la presa de Peñitas en donde recibe a otro gran afluente el río Ostuacan, y luego de pasar por la represa de Peñitas, comienza a servir de límite estatal entre los estados de Chiapas y Tabasco para Finalmente adentrarse en el estado de Tabasco después de pasar por la comunidad de San Manuel.
En 1675 este río fue desviado hacia el este cerca de la localidad de Nueva Zelanda a través del río Viejo Mezcalapa dividiendo nuevamente los estados de Chiapas y Tabasco y adentrándose en este último para seguir hacia la ciudad de Villahermosa (Tabasco), Tabasco, en donde se le une el cauce del río La Sierra, para después unirse al verdadero río Grijalva, y junto con el caudal del Usumacinta desembocaba en el golfo de México a través de la barra de Frontera.
En su desembocadura el río Grijalva forma un amplio delta pantanoso llamado Pantanos de Centla, que también alimenta el río Usumacinta, que enlaza con el tramo final del Grijalva, ambos ríos forman un impresionante delta con una descarga conjunta de 125 mil millones de metros cúbicos, que representan el 35 % de las corrientes de México,2 por lo que está considerado como el sistema más importante de Norteamérica y Centroamérica y tiene el séptimo lugar a nivel mundial.3
El río Grijalva está formado por dos ríos diferentes en su origen: el río Grijalva y el río Grande de Chiapas, ya que en la década de 1950, la Secretaría de Recursos Hidráulicos uniformó todo el sistema dándole el nombre oficial de río Grijalva-Mezcalapa, y considerando los dos ríos en uno solo llamándolos Grijalva (desde la ciudad de Villahermosa hasta la desembocadura en el golfo de México) y Alto Grijalva (localizado en Chiapas).
HISTORIA
Desde tiempos inmemoriales, el río Tabasco o Tavasco, como los mayas chontales conocían el río, fue parte importante del desarrollo de los pueblos asentados en esta región de Mesoamérica, ya que por él se desarrollaba un intenso intercambio comercial; las canoas indígenas traían y llevaban mercancías, lo que lo hizo una pieza clave en el comercio de las diversas provincias y señoríos mayas de las tierras bajas con los mayas de las sierras de Chiapas y Guatemala, así como con los pueblos de la península de Yucatán.
Los primeros europeos en llegar al río Grijalva original (en ese entonces llamado Tabasco) fueron los integrantes de la tripulación del capitán Juan de Grijalva que, el 8 de junio de 1518, arribaron a su desembocadura y por ello lleva ese nombre. Se dice que el marino y piloto español Antón de Alaminos fue el primer europeo en verlo, como menciona la crónica del capellán Juan Díaz, que acompañaba a Grijalva en la expedición:
Comenzamos a 8 días del mes de junio de 1518 y yendo la armada por la costa, unas seis millas apartada de tierra, vimos una corriente de agua muy grande que salía de un río principal, el que arrojaba agua dulce cosa de seis millas mar adentro. Y con esa corriente no pudimos entrar por el dicho río, al que pusimos por nombre el río de Grijalva. Nos iban siguiendo más de dos mil indios y nos hacían señales de guerra, este río viene de unas sierras muy altas y esta tierra parece ser la mejor que el sol alumbra; si se ha de poblar más, es preciso que se haga un pueblo muy principal: llamase esta provincia Potonchán.Juan Díaz: Itinerario de la Armada, 1518
Grijalva decidió entrar por el río y llegó hasta la población maya de Potonchán, entrevistándose con el cacique maya Tabscoob, por cuyo nombre, los españoles bautizaron la provincia con el nombre de Tabasco. Un año más tarde, en 1519, entraba navegando por este río, el conquistador español Hernán Cortés quien es recibido por los indígenas en forma hostil, llevándose a cabo la batalla de Centla, en la que resultaron vencedores los españoles. Por lo que Hernán Cortés decide fundar en la margen izquierda del río Grijalva la villa de Santa María de la Victoria, que sería la primera población española en la Nueva España.
El río Tabasco fue nombrado Grijalva así en la sección explorada por Juan de Grijalva desde el delta, y comprendía hasta la villa de San Juan Bautista (fundada en 1564, hoy la capital, Villahermosa, que se ubica sobre la margen izquierda del río). Comúnmente se lo confunde con el río homónimo de Grande de Chiapas, nombrado posteriormente en honor del conquistador, pero en el que nunca navegó.
En el siglo XVI, los dos ríos estaban muy bien definidos, el Grijalva llamado por los indígenas Tabasco, atravesaba la parte central del estado de Tabasco y desaguaba en el río Usumacinta, este a su vez lo hacía originalmente en el golfo de México por la barra de Frontera en el hoy municipio de Centla, Tabasco. Mientras que el cauce principal del río Mezcalapa llevaba el nombre indígena de Mazapa, y los marineros españoles le llamaron Dos Bocas, pues desembocaba, también en el golfo, en forma de dos bocas en la barra del mismo nombre, hoy municipio de Paraíso (Tabasco).
En el año de 1557, iniciaron las incursiones piratas en las costas del estado de Tabasco, ocasionando muchos problemas a las poblaciones costeras. Sin embargo, los filibusteros no se conformaron con eso, si no que aprovecharon los cauces de los ríos Grijalva y Mezcalapa, para penetrar tierra adentro convirtiéndose en un verdadero azote para las poblaciones de la provincia de Tabasco. Los piratas entraron por el río Grijalva hacia las poblaciones de Santa María de la Victoria, en ese tiempo capital de la provincia, y San Juan Bautista, la cual destruyeron en varias ocasiones. Esto propició que algunos habitantes de la villa, cansados de los ataques piratas, remontaran el río Grijalva y 24 leguas río arriba, fundaran en 1564 la población de San Juan Bautista, que en 1641 fue nombraba capital de la provincia de Tabasco.
Sin embargo, los piratas remontaron el río y llegaron hasta San Juan Bautista la que saquearon, destruyeron e incendiaron en varias ocasiones, obligando en 1677 a las autoridades españolas de la provincia a cambiar nuevamente la capital ahora a la villa de Tacotalpa.
Los piratas también aprovecharon el cauce del río Mezcalapa o Dos Bocas, por el que entraron atacando a las poblaciones de la Chontalpa como Xalpa, Nacajuca, Huimango, Tucta, Tecoluta, Mazateupa y muchas otras.
Más tarde, en el siglo XVII, en el año de 1675, este tramo del río Mezcalapa, en la llanura tabasqueña, fue desviado por los indígenas, hacia el oriente en el punto conocido como Chico Pardo (hoy Nueva Zelanda), para evitar que los piratas continuaran entrando a territorio tabasqueño y azotaran las poblaciones de la Chontalpa las cuales ya casi se habían despoblado, y de esta manera se unió al original río Grijalva, constituyéndose desde entonces en tributario del río Grijalva y formando una sola corriente con él.
Desde el siglo XVIII esta nueva corriente formada por los dos ríos originalmente diferentes, tomó el nombre de río Mezcalapa y, en la década de 1950, la Secretaría de Recursos Hidráulicos uniformó todo el sistema dándole el nombre oficial de río Grijalva-Mezcalapa.
El cauce original por el que corría antes de ser desviado el río Mazapa-Dos Bocas y que pasa frente a las poblaciones actuales de Comalcalco y Paraíso, empezó a desecarse y por ello tomó el nombre de «río Seco».
Fuente: wikipedia
Río Grande de Chiapas[editar]
Dentro de los tres ríos mayores que se desaguan en el golfo de México nombra el historiador mexicano, Francisco Xavier Clavijero 1731-1787, en su Historia Antigua de Megico:
El Chiapan tiene su origen en las montañas Cuchumatanes, que separan la diócesis de Chiapan de la de Guatemala, atraviesa la provincia de su mismo nombre, y desemboca en la de Onuhualco. Los españoles la llamaron Tabasco, nombre que dieron también a la estension de pais que una la península de Yucatán con el continente mexicano. También lo llamaron Grijalva, en honor del comandante del primer egército español que lo descubrió.Historia Antigua de Megico, Edicion Londres, R. Ackermann, Strand y en Megico 1826, pag. 8 y 9.
El río Grande de Chiapas, ahora conocido como Alto Grijalva, a su vez, nace en la sierra de los Cuchumatanes en Guatemala. Se forma por la unión de los ríos San Gregorio y San Miguel, los cuales cruzan por separado la frontera entre México y Guatemala, y al unirse constituyen el río Grande de Chiapas o Alto Grijalva.5 El río cruza la depresión central de Chiapas y la Zona Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez, en su curso medio, este río atraviesa el famoso cañón del Sumidero. Posteriormente, gira hacia el norte entrando a la llanura tabasqueña donde recibe el nombre de río Mezcalapa y pasa a un costado de la ciudad de Huimanguillo. Más adelante, tuerce su curso hacia el oriente justo en el punto conocido como Nueva Zelanda y que fue donde en 1675 los indígenas desviaron su curso, ya que originalmente, el Mezcalapa continuaba hacia el norte desembocando en el golfo de México por la Barra de Dos Bocas.
Siguiendo la misma dirección hacia el oriente, nace un ramal en donde se forma el río Samaria que actualmente lleva la mayor parte del caudal del río Mezcalapa aproximadamente 1100 metros cúbicos de agua por segundo, el cual gira hacia el norte desaguando al golfo de México por la Barra de Chiltepec. El Mezcalapa también continúa su camino hacia el oriente, y pocos kilómetros antes de llegar a la ciudad de Villahermosa, se divide en dos corrientes, una, la de mayor cauce, toma el nombre de río Carrizal, y otra de menor cauce llamada río Viejo Mezcalapa, el primero circunda la ciudad por el norte, mientras que el segundo lo hace por el sur. Ambas corrientes, se unen al Grijalva justo en la ciudad de Villahermosa.
Fuente: wikipedi
De señor a tributario: Historia breve del gran Mazapa
Flora L. I. Salazar Ledesma
Instituto Nacional de Antropología e Historia Centro Tabasco.
Fecha de recepción: 5 de marzo de 2009;
Fecha de dictamen: 25 de junio de 2009.
El mazapa
1. El Ingeniero constructor de La Chontalpa
En 1579, cuando el encomendero de yndios1 de Guaviçalco y Tabasquillo, Melchor de Alfaro Santa Cruz, realizó su pintura de la provincia de Tabasco en la gobernación de Iucatan para el rey Felipe II, por ordenes del gobernador y capitán general por su majestad en Yucatán, Cozumel y Tabasco, el río Mazapa2 hacía cientos de años que había emigrado del poniente al oriente, dejando la huella de su delta primitivo muy clara para los hombres del siglo XXI que la observamos a través de las imágenes satelitales. En la época en que se plasmó su "pintura" para el rey de las Españas, el Mazapa ya había formado un nuevo delta, cuyas corrientes depositaban continuamente el aluvión acarreado en sus aguas, enriqueciendo la tierra de la pródiga provincia. Al tiempo de la conquista, ese delta lo habitaban pueblos de filiación maya llamados chontales3, por lo cual lo españoles denominaron Chontalpa a este complejo de organización humana y formación geohidrológica.4
El río Mazapa, el Grijalva y el Usumacinta5 formaron conjuntamente la llanura aluvial o llanura costera del Golfo de México, y La Chontalpa ocupa actualmente un tercio de esa llanura en el territorio del estado de Tabasco, en el sureste de la República Mexicana.
En tiempos del encomendero de indios, los tres ríos constituían sus propias cuencas hidrológicas, diferentes, pero vinculadas entre sí. El Grijalva nacía en la Sierra Norte de Chiapas y seguía un curso sur-norte hasta su desembocadura en la barra principal o del Grijalva en el Golfo de México, mientras el Mazapa venía de la sierra guatemalteca de los Cuchumatanes, atravesando todo el estado de Chiapas, de sureste a noroeste, y viraba hacia el norte penetrando la llanura, en La Chontalpa, para desembocar, también en el Golfo, en la barra de Dos Bocas.
El delta del Mazapa, o cuenca baja del río, se constituía por una profusa red de cuerpos de agua: ríos anastomosados, canales, lagunas, ciénegas y sistemas conformados por la combinación de todos ellos: los sistemas limnológicos, además de las albuferas o lagunas costeras y barras del litoral, trabajo conjunto del encuentro entre el río, el mar y el viento. Sin embargo, Melchor de Alfaro Santa Cruz sólo dibujó y coloreó de azul para el rey Felipe los cuerpos más señalados de la cuenca baja: el cauce principal, dos grandes sistemas limnológicos, llamados por Santa Cruz lagunas de Cimatanes grandes y laguna(s) de Taxagual, y los distributarios desprendiéndose de la margen derecha del cauce principal: el río llamado Acachapa, el río llamado Sucalapa, dos ríos sin nombre, uno de los cuales se muestra desembocando en una laguna costera (identificada como Mecoacán8) y el otro haciéndolo en Taxagual; un río llamado de Guimango entre los dos sistemas de Cimatanes Grandes y Taxagual; tres corrientes derivadas de dicho sistema: el río de Sultepeque (hoy González) que nace de lagunas y dos desagües, cuyo nombre no consigna, que junto con el Acachapa o Ayacachapan (hoy río Carrizal9) establecían comunicación entre las cuencas del Mazapa y del Grijalva, este último el río de mayor importancia social y económica de la provincia tabascana.
El San Bernabé y el Dos Bocas
I. Las fronteras de agua de los Ahualulcos, Cupilcón y los Cimatanes
Sesenta años antes de que Melchor de Alfaro, junto con su pintura, respondiera el cuestionario elaborado por la administración del rey Felipe II sobre los recursos humanos y naturales de sus colonias americanas,10 el español Juan de Grijalva penetró por primera vez el territorio de la provincia prehispánica de Potonchán —la mejor tierra que el sol alumbra—, a través del caudaloso río que venía de unas sierras muy altas11 y que, se dice, llevaba el nombre del señor principal de aquella provincia: Tabasco. Grijalva lo renombró como río de Grixalva, y desde entonces se señaló así en las cartas de marear.12 Su capellán, Juan Díaz, escribió que después de pasar ese río se fueron costeando hasta encontrar otro con dos bocas, del que salía agua dulce y al cual se le nombró de San Bernabé, porque llegaron a aquel lugar el día en que se festejaba a ese santo.13
Un año después, en 1519, Hernán Cortés, comandando la siguiente expedición proveniente de Cuba, entró por el recién nombrado Grijalva (aunque él siempre se refirió a la corriente como río de Tabasco) hasta el asiento mismo de los señores principales de Potonchán, y pasados unos días, en los llanos de Centla, se enfrentó militarmente con sus guerreros y con los de nueve provincias más, convocados por Potonchán. Después de esa batalla, conocida como de Centla, Cortés, en un acto de dominio, renombró al asentamiento indígena como Santa María de la Victoria. El conquistador marcó con su espada la corteza de una ceiba14 y el capellán de la expedición celebró el sacrificio eucarístico. De allí, el extremeño partió al corazón del imperio mexica, México-Tenochtitlan, al cual venció militarmente en 1523.
En octubre de 1524 regresó a Tabasco con el propósito de alcanzar Honduras y castigar a su infiel capitán Cristóbal de Olid. Contra toda lógica indígena, Cortés planeó atravesar Tabasco por tierra, aun cuando la figura de la tierra hecha en un paño que le entregaron los sometidos señores de Potonchán y Xicalango15 era de carácter hidrográfico,16 pues la movilización indígena era preferentemente fluvial y lacustre. El conquistador precisó al emperador Carlos I de España y V de Alemania: "... los caminos de tierra no los sabían, [pues] ellos no se sirven sino por agua'".17
Tanto el capitán como su alférez, el soldado cronista Bernal Díaz del Castillo, narraron el viaje a través de Tabasco: Cortés en sus cartas a Carlos I, y Díaz en un escrito que, entre otras, tenía la intención de probar sus méritos y derechos a las encomiendas, y desautorizar al capellán de Cortés, Francisco López de Gómara.18 Por ambos escritos se sabe que estando Díaz en la recién fundada Espíritu Santo, provincia de Coatzacoalcos, llegó Cortés de México y obligó a irse con él, con destino a Honduras, a más de 250 hombres entre caballeros, escopeteros y ballesteros, y otros venidos recientemente de Castilla, así como una manada grande de indios mexicanos. Mientras proseguía su camino a través de Tabasco, Cortés envió a Bernal como capitán de 30 españoles y 3 000 mexicanos a unos pueblos que estaban en guerra y se denominaban Zimatanes,19 y, por otro lado, a un Fulano Vallecillo, a fundar una villa de españoles: Santa María de la Victoria, a orillas del Trapiche, una corriente tributaria del Grijalva, muy cercana a su desembocadura, y en el área donde muy probablemente hayan estado los llanos en los cuales, seis años antes, los españoles había derrotado a los chontales en la histórica batalla de Centla.
Melchor de Alfaro Santa Cruz en 1579 retrató pues, al norte de la banda izquierda del río Acachapan, a los tres pueblos llamados los Cimatanes que sólo hasta 1562 fueron definitivamente pacificados ya que después que Bernal Díaz los sometió en 1524-25, se volvieron a alzar.20
Al tiempo de la llegada de los hispanos, los Cimatanes (Cunduacán, Cuacuilteupa y Cimatán), pueblos de filiación náhuatl, constituían juntos uno de los tres centros mercantiles de Tabasco a la par con Potonchán y Xicalango. A través de ellos, los mexicas tenían presencia y control de algunos circuitos comerciales en el interior de las provincias prehispánicas de filiación maya del sureste, pero también parecen haber tenido relación con los pueblos zoques21 asentados en la Sierra Norte de Chiapas, contigua a la llanura del Golfo, particularmente los pueblos ubicados en la cuenca media del gran Mazapa. Los Cimatanes constituían entonces una provincia diferente de las provincias chontales. Bajo su jurisdicción estaban las poblaciones hablantes de náhuatl en Tabasco: Pechucalco, Anta, Huimango y Cúlico, asentadas sobre los bordos22 del río de Guimango (hoy río Cunduacán) que nacía del sistema limnológico llamado por De Alfaro Santa Cruz lagunas de Cimatanes grandes.
Cortés, su Ejército, los indios mexicanos y los cautivos Cuauhtémoc —último tlatoani mexica— y el señor de Tacuba, su primo Tetepanquetzal, partieron de Coatzacoalcos hacia Tabasco por la costa, cruzando muchas ciénegas y ríos pequeños pero también tres muy grandes. El primero fue el Tumalán (hoy Tonalá), antiguo distributario del Mazapa23 pero ya desvinculado de éste cuando Cortés decidió atravesar Tabasco en aquel temprano siglo XVI. Después, el conquistador y sus huestes cruzaron un segundo gran río: el Agualulco, que posiblemente sea el mismo río Cupilco24 de la pintura de Melchor de Alfaro y que Cortés dice fue necesario pasar en embarcación, con los caballos a nado llevándolos del diestro de las canoas. Finalmente el tercer gran y postrero río, el mismo que Juan Díaz y la Armada de Juan de Grijalva en 1518 habían llamado de San Bernabé, es decir, el Mazapa que:
por ser muy ancho, que no bastaban fuerzas de los caballos para los pasar a nado, hubo necesidad de buscar remedio, media legua arriba de la mar se hizo una puente de madera por donde pasaron los caballos y gente, que tenía novecientos y treinta y cuatro pasos.25 Fue una cosa bien maravillosa de ver.26
Entre el Tonalá y el río Copilco se encontraba la provincia de los Ahualulcos, cuyos habitantes eran hablantes de náhuatl y popoluca.27
Cortés y Díaz se reencontraron en el camino: el capitán habiendo cruzado el río Agualulco y Díaz que venía de los Cimatanes con su Compañía, por un pueblo llamado Iquinuapa o Ycnoapa28 que junto con Gueimanguillo y Copilco Çacualco eran las tres poblaciones chontales ubicadas en la frontera con los Ahualulcos. Estos tres pueblos estaban bajo jurisdicción de Cupilco o Cupilcón, pues
desde allí comienza la provincia que llaman La Chontalpa —a decir de Bernal Díaz— o Cupilcón —a decir de Hernán Cortés29— y que era abundosa en fruta que llaman cacao y otros mantenimientos de la tierra y mucha pesquería; hay en ella diez o doce pueblos buenos, digo cabeceras, sin las aldeas, es tierra muy baja y de muchas ciénegas; tanto que en tiempo de invierno no se puede andar, ni se sirven sino en canoas, y con pasarla yo en tiempo de seca, desde la entrada hasta la salida de ella, puede haber veinte leguas, se hicieron más de cincuenta puentes, que sin se hacer fuera imposible pasar la gente, que estaba algo pacífica aunque temerosa...30
La expedición continuó hasta el postrer pueblo de la provincia de Cupilcón: Anaxuxuca (hoy Nacajuca) situada en la banda derecha del río de Sucalapa (hoy río Chacalapa31) para después alcanzar la siguiente provincia prehispánica de Zahuatán —que señalaba la figura del paño—, a la cual llegó después de cruzar el caudaloso río Guezalapa que vertía sus aguas al Grijalva. Así, Hernán Cortés, para adentrarse en la cuenca del Grijalva, dejó atrás la cuenca baja del gran río Mazapa el que, desde entonces, empezó a conocerse con su nuevo nombre español: Dos Bocas, como le llamaron los marineros.32 De esta manera, en la profundidad de ese tiempo que concluía con la presencia hispana, quedó hundido para siempre el nombre indígena, Mazapa, el que evocaba a los abundantes habitadores de sus riberas, es decir, los venados temazates (Mazama sartorii) y los cola blanca (Odocoileus virginianus).
II. Las fronteras de agua de La Chontalpa española
Para 1579, cuando Melchor de Alfaro Santa Cruz, encomendero de indios, realizó la pintura de Tabasco para el rey Felipe II, la provincia estaba organizada y administrada bajo la municipalidad española de Santa María de la Victoria, situada en la boca y garganta de Tabasco: la desembocadura del río Grijalva. La población indígena había disminuido más del 90% en relación a 151933 y la que había logrado sobrevivir estaba, junto con la tierra, repartida en encomiendas, tributando a los españoles y a la Corona. Los hispanos habían explorado y sometido gran parte del territorio provincial y definido sus límites aproximados con la provincia de Guazacoalco, dos leguas más adelante del río Copilco al poniente, con la provincia de Chiapa al norte, en la cual cae una cordillera de sierras que dividen (las provincias).34 Al oriente partía términos con la jurisdicción de Campeche, que al igual que Tabasco, pertenecía por entonces a Yucatán. Aquí sus límites llegaban hasta el Puerto Real y el Puerto Escondido en la gran albufera de Términos y por el suroriente existía la densa masa forestal desconocida, habitada por los lacandones infieles, de donde provenía —y proviene— el otro gran río constructor de la llanura: el Usumacinta. La administración del territorio provincial desde Santa María de la Victoria, villa de Tavasco o la Victoria, se daba ya de una manera regionalizada,35 de la cual La Chontalpa constituía una parte. Ésta, que era la mayor productora de cacao para el tributo y la venta, la conformaron los españoles a partir de la antigua provincia prehispánica de Cupilcón, descrita por Cortés, con su límite poniente en el río Cupilco, e incluyó la antigua provincia de los Cimatanes hasta el río Acachapan por el sur. Por el oriente, el río Grijalva y el sistema limnológico de Taxagual eran sus fronteras con la región que conformaban el mismo Grijalva y los pueblos de la Sierra. Los Ahualulcos habían permanecido aparte de Tabasco, quedado bajo la jurisdicción de Coatzacoalcos y hacia el sur del Acachapan, en tierras deshabitadas, se iniciaba un proceso poblacional español basado en la ganadería, fundamentalmente con mano de obra esclava y asalariada.36
El río seco
I. Una desviación de envergadura
Los corsarios ingleses tardaron varias décadas del siglo XVII para asentar sus reales en Tabasco. Los franceses, aunque con su patente de corso se movilizaban por las Antillas desde el temprano siglo XVI (1520-22), hicieron algunas visitas non gratas a Campeche y Yucatán entre 1550 y 1570, y los ingleses empezaron a merodear por Términos, Veracruz y Tampico con los barcos del comerciante John Hawkins en la década de 1560, hasta que la derrota de la Invencible Armada española en 1588 les dio paso franco a los puertos del Golfo de México.37 Melchor de Alfaro Santa Cruz informó al rey Felipe II que, hacia 1570, se había visto a los ingleses abasteciéndose de leña y agua dulce en el río Dos Bocas. En el siglo xIx el naturalista tabasqueño José N. Rovirosa recogió en su Ensayo histórico sobre el río Grijalva38 la tradición que existía entre los habitantes de la capital de Tabasco (entonces llamada San Juan Bautista), de que en 1596 los ingleses habían asaltado a La Victoria. Por esta razón los habitantes de Santa María de la Victoria se habían visto obligados a trasladarse al sitio de San Juan de Villa Hermosa, 20 leguas tierra adentro a orillas del río de Grijalva, llevándose con ellos la imagen de la patrona: la virgen Santa María de la Victoria, "La Conquistadora", representada en el escusón del escudo actual del estado de Tabasco. Hoy se sabe que el proceso de traslado de las autoridades y habitantes de Santa María a San Juan duró 40 o más años,39 hasta que el virrey Marqués de Guadalcázar —después del asalto en que los holandeses quemaron y devastaron La Victoria en 1641— ordenó el traslado oficial de la población y sus autoridades a San Juan y ésta se constituyó en la nueva capital de la provincia, sede de la municipalidad.40
El registro del inicio de una presencia pirática constante en Tabasco se ubica hacia mediados del siglo XVII con el asalto holandés a la villa de españoles. Esta presencia signó profundamente la historia de la provincia durante esa centuria, aciaga tanto para la metrópoli española como para sus colonias americanas. Para Tabasco el siglo XVII fue tiempo en que declinó su producción principal: el cacao, de abatimiento económico general, de grandes movilizaciones demográficas, de dos cambios de asientos primados (de Santa María de la Victoria a San Juan de Villa Hermosa y de aquí a Tacotalpa), de organización de la defensa del territorio, de competencia entre Audiencias por mantener bajo su jurisdicción a los indios tributarios y por agrandar o defender límites jurisdiccionales. Fue un tiempo de desaparición de ciertos pueblos y la reubicación de otros y de un cambio trascendente, fundamental para la cuenca baja del antiguo Mazapa y la historia hidrológica de Tabasco.
Debido a la presencia pirática, los pueblos de La Chontalpa, del Grijalva y del Usumacinta más próximos a las costas tuvieron que reubicarse en lo profundo del territorio provincial o de otras jurisdicciones como los Ahualulcos y Chiapas; otros desaparecieron, y los pobladores de algunos que los abandonaron fueron animados por las autoridades a regresar bajo el incentivo de la exención del tributo por dos o cuatro años.41 Las autoridades provinciales clamaron a las virreinales por una armada que defendiera las costas y las muchas entradas fluviales de la provincia. Sin embargo la respuesta de las autoridades fue lenta. Aun así, los tabasqueños accedieron a gravar su producción (cacao, cueros, palo de tinte, los indios y sus tributos, etc.) así como algunos productos de importación (plomo, hachas, machetes, ropa, vino, tela, loza, cera, etc.), para sostener durante cuatro meses42 a 25 infantes enviados por el virrey, además de continuar con su organización y recursos propios para defenderse ellos mismos con sus esclavos e indios.43 Sin embargo los piratas,44 cuyo centro de operaciones fue la isla del Carmen en la laguna costera de Términos en Campeche, asolaron Tabasco, llegando a remontar tan adentro el Grijalva que alcanzaron San Juan de Villa Hermosa, incendiándola, y penetraron hasta los pueblos de la sierra y la capital de la provincia: Tacotalpa.45 Se tienen noticias varias del robo de maíz, cacao, animales, y personas que fueron vendidas como esclavas en las Antillas.
Las autoridades, entre otras disposiciones para la defensa, ordenaron a los pobladores de los Partidos de La Chontalpa y de La Sierra que hicieran
...trincheras, fosos y fortificaciones que tenemos ofrecido por la junta de 19 de marzo del año de 76, y que el vecino que no bajare se le admita persona [sustituta]. Y asimismo bajen de cada pueblo los indios que fueren necesarios, con sus hachas y machetes para el trabajo y corten palos. Este es nuestro parecer y sentir y lo firmamos.46
Es probable entonces que este haya sido el contexto en el cual se llevó a cabo la desviación del Dos Bocas, el río más caudaloso de la provincia. Se considera que fue hacia 1675, aprovechando un rompido,47 que el cauce principal del gran río fue desviado al oriente por acción de la voluntad y trabajo humanos, con lo cual la corriente empezó a verter la mayor parte de su caudal al río Grijalva.48
Así fue cómo el gran Mazapa cambió su condición de señor a la de tributario.
La alteración hidrológica del delta antiguo, que empezó a suscitarse después de la desviación del cauce principal, se dejó sentir prontamente según se puede apreciar en las descripciones que hiciera el privateer galés, William Dampier, quien tuvo oportunidad de conocer Tabasco. Es probable que la siguiente la haya realizado durante su segunda estancia en el sureste de México entre 1679 y 1688. Acerca del río Chiltepec, el llamado Sultepec por Melchor de Alfaro, proveniente de las lagunas de Taxagual en 1579. Apunta Dampier:
El Checapeque es más un arroyo salado que un río, porque su boca no es más de veinte pasos de ancho y de cerca de ocho a nueve pies de agua sobre el dique49 (aunque) dentro hay doce o trece pies en lo bajo y buena navegación para la barcas, media milla desembocadura adentro.50
Respecto al Dos Bocas agregó:
Una legua al oeste del Checapeque hay otro río pequeño llamado Dos Bocas al que sólo pueden acceder las canoas; tiene un dique en su desembocadura y por lo tanto es algo peligroso... Este río no hace flotar una canoa más de una legua desembocadura adentro, hasta donde es salado; pero allí se encuentra con una corriente de agua dulce, cerca de una legua hacia arriba por la comarca, y más allá de ésta hay despejadas sabanas de pastizales altos, bordeadas por montes51 de tierra tan rica como la que más en el mundo.52
La espina dorsal que De Alfaro Santa Cruz describió como una corriente grande y caudalosa, que venía con gran furia y entraba la mar dos o tres leguas de agua dulce53 había sido cegada. Al cancelar el cauce principal del río comenzó el trastorno hidrológico del delta en su conjunto y se inició la desecación progresiva de la cuenca baja del antiguo gran Mazapa.
Por las noticias que se tienen La Chontalpa parece haber estado para entonces completamente despoblada en su franja costera y bastante escasa de pobladores en su parte centro-sur como consecuencia de la presencia pirática. Pero si hubo algunos que, a pesar de todo, permanecieron en la región durante el último cuarto del siglo XVII y fueron testigos de la desecación del majestuoso río —de más de 1,000 m de anchura,54 que penetraba la mar con su agua dulce entre ocho y 12 km—, ello debió causarles una profunda e imborrable impresión, tal como debió hacerlo en el espíritu de los pueblos marinos y pescadores del Aral, la desecación de su mar en el siglo XX, fuente de su cultura y sobrevivencia.
Ninguna comunidad, sin embargo, parece haber registrado para la posteridad como historia y tradición propias de su pueblo ni como un registro oficial55 la fecha precisa ni el detalle de las circunstancias de una desviación fluvial de tal envergadura, salvo el hecho de su desvío y los nombres con los cuales —no se sabe cuándo, quizás a principios del siglo XVIII— el antiguo cauce principal de la cuenca baja trocó su segundo nombre español Dos Bocas, por el de Río Seco, en tanto el cauce desviado tomó el nombre de Mexcalapa.56 La memoria parece haberse conservado de forma muy aislada, en pedazos, y bajo el manto de una leyenda de piratas, quizá gracias a esos pocos testigos atribulados que permanecieron o a aquellos que pudieron regresar a repoblar sus pueblos, habiendo huido de asaltos, incendios, violaciones y profanaciones.
En 1880-81 el francés Désiré Charnay viajó del puerto de Guadalupe de la Frontera por la costa tabasqueña hacia el oeste; penetró por el río Chiltepec, ya conocido entonces como Río González, prosiguió hacia la laguna costera de Mecoacán para pasar a Paraíso, una villa que, como Comalcalco, había sido fundada a principios del siglo XIX sobre antiguas islas del Río Seco. El explorador y fotógrafo hizo la siguiente descripción:
... el río Seco, por el cual navegamos a todo remo, nos ofrece a cada paso nuevas perspectivas, asuntos deliciosos y grandes cuadros capaces de causar pasmo a un artista. La corriente rápida arrastra bonitas plantas redondeadas parecidas a lechugas de un color amarillo o verde claro; navegan solas o en grandes grupos formando pequeñas y lindas balsas que recuerdan las chinampas57 de los lagos de México... pero al remontar el río Seco, observamos que esta corriente, pequeña hoy, fue en otro tiempo un gran río, cuyo curso debieron cambiar la naturaleza o el hombre en época indeterminada. Y en efecto, este riachuelo corre por el fondo de una ancha barranca de orillas muy altas, que representa el lecho de una poderosa corriente...58
Buscando la memoria de sí mismos
Para los estudiosos mexicanos del siglo XIX que buscaron una identidad nacional después del movimiento de Independencia (1810-1821) y entre las luchas político-militares por definir un Estado y una Nación (1821-1867), el conocimiento y comprensión del pasado indígena y colonial se tornó indispensable. En particular, para los estudiosos tabasqueños del nuevo estado libre y soberano, el pasado de la provincia colonial de los siglos XVI, XVII y gran parte del xviii se les apareció velado gracias a las consecuencias devastadora que la presencia pirática tuvo en la demografía y la economía, los asentamientos, los archivos, las tradiciones, la memoria, los ríos... Para los tabasqueños decimonónicos la identidad de sus propios ríos —venas entrañables y principalísimas de su vida— se encontraba sumergida también en una oscuridad espesa. Esta situación debieron enfrentarla los pensadores que asumieron la empresa de búsqueda del pasado propio.
En su Compendio histórico, geográfico, y estadístico del estado de Tabasco59 (1869), el presbítero Manuel Gil y Sáenz recogió en La Chontalpa, lo que, vagamente, había permanecido en la memoria acerca de la desviación del Dos Bocas. Planteó, asimismo, que el original río Grijalva era, en realidad, el Dos Bocas conocido como Río Seco. Más tarde, el sabio José Narciso Rovirosa,60 aunque se mostró en desacuerdo con el aserto, reconoció que esa primera historia escrita de Tabasco, de Gil y Sáenz, había tenido entre otros méritos el de sacar a la luz hechos que se consideraban envueltos en las tinieblas de la tradición perdida.
En el último cuarto del XIX los estudiosos tabasqueños contaban además del Compendio... de Gil con una historia oral hecha de retazos cosidos con ficciones y grandes lagunas, con los escritos de los conquistadores y cronistas del siglo XVI; con algunos documentos oficiales coloniales (mercedes reales, cédulas, etcétera) en manos de las familias, así como unos cuantos conservados en los archivos de los cabildos, además de ciertos documentos cartográficos conjuntados y dados a conocer por otros estudiosos, varios de ellos miembros de sociedades científicas como la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. Asimismo, tomaban en cuenta las aportaciones de los viajeros extranjeros, cuyas exploraciones y comisiones tenían entre sus objetivos políticos, económicos y militares, también el de dar a conocer al mundo europeo las antigüedades mexicanas, contribuyendo con ello a la discusión sobre los hechos históricos pasados y la filiación de los restos materiales.
La pintura del encomendero de yndios Melchor de Alfaro Santa Cruz había quedado olvidada entre los archivos coloniales de España así como las complementarias Relaciones Histórico-Geográficas, que sólo fueron dadas a conocer en Madrid hasta 1898, y después de 1917 en Tabasco.
Se hicieron variadas especulaciones sobre los caminos que el río desviado pudo haber tomado para unirse al Grijalva y sobre el origen de algunas corrientes de La Chontalpa; sin embargo la atención principal de los pensadores decimonónicos estuvo dedicada a esclarecer si el tramo del río que iba de San Juan Bautista (hoy Villahermosa) a la desembocadura al Golfo de México en la barra de Frontera era el mismo río de Grixalva que Juan de Grijalba había bautizado con su apellido en 1518 o era el Dos Bocas como lo planteaba Gil y Sáenz.61 La necesidad perentoria de saber si el Grijalva del siglo XVI era el mismo Grijalva del siglo XIX abrió la discusión.
Algunos otros pensadores disertaron al respecto, como Justo Cecilio Santa Ana y Rómulo Becerra Fabre, pero correspondió al Ensayo... de Rovirosa aclarar varias dudas y sentar las bases para estudios posteriores. Él demostró que el río descubierto por Juan de Grijalva el 8 de junio de 1518 era el mismo que en 1897 llevaba el nombre de Grijalva y que el Río Seco había sido el cauce principal del río Mezcalapa, el cual salía al mar por la barra de Dos Bocas. Al Río Seco lo identificó también como la misma corriente que en el temprano siglo XVI los marineros de Juan de Grijalva habían nombrado San Bernabé. El sabio naturalista afirmó que las ruinas de Comalcalco62 pertenecían a una civilización anterior a los tabasqueños del siglo XVI, por lo que no podían identificarse como las ruinas de Centla, donde Cortés y sus capitanes habían sostenido la batalla derrotando a los guerreros chontales de Potonchán y ocho provincias más. Rovirosa sugirió que el sitio de Centla podría haber estado en las inmediaciones de una hacienda ubicada en el área de la ciudad-puerto de Frontera.63 El autor no pudo determinar la fecha del desvío del gran Mazapa, pues primero lo situó entre el último tercio del siglo XVI y principios del siglo XVII64 y páginas adelante, aludiendo a la Exposición del gobernador José Víctor Jiménez65, la ubicó en el siglo XVIII66 (como Gil y Sáenz, que pensaba que había sido en 1765), de manera que, junto con el periodo de la presencia pirática en la provincia, los tiempos de la desviación del gran río habrían de permanecer en la oscuridad todavía largo tiempo. Pocos años más tarde, para otro estudioso destacado, el ingeniero Pedro González,67 las cosas tampoco pudieron precisarse con positiva certeza. En 1904 González situaba el hecho antes del siglo XVII o seguramente antes del siglo XVIII.68
El Grijalva-Mexcalapa
I. En busca de un río perdido
Se sabe hoy que, por lo menos desde el último cuarto del siglo XVIII, la cartografía borbónica registraba ya en la provincia una corriente llamada Mescalapa, que iba desde la entrada de Villa hermosa asta la jurisdicción de Guathemala y otra llamada Río Seco en la Raya de Tavasco,69 pero a finales del siglo XIX, aunque las identidades del Grijalva y el Río Seco habían quedado claramente establecidas mediante el trabajo de Rovirosa, nadie se preguntó cuándo, ni cómo, ni por qué, el tramo de la corriente que entraba a Tabasco proveniente de Chiapas lo había empezado a hacer con el nombre de Mexcalapa.
Ninguno de los que reflexionaron sobre estos fenómenos en el siglo XIX, pareció reparar en las palabras de Cortés que mencionan el cruce peligroso por un muy poderoso río llamado Guezalapa (figura núm. 3 II) previo a los pueblos de la Sierra de Tabasco, y que es uno de los brazos que entran en el Tabasco,70 mientras Bernal Díaz identifica otro gran río que se dice Mazapa, que es el que viene de Chiapa, que los marineros llaman Río de Dos Bocas.71
En la primera mitad del siglo XX, a los pensadores tabasqueños Marcos Becerra y Diógenes López Reyes, ya conociendo la pintura de Alfaro Santa Cruz, aunque disertaron sobre los caminos que habrían podido tomar, por un lado, el río grande de Chiapas en su desviación hacia el oriente y, por otro, Cortés en su ruta por Tabasco a las Hibueras, los nombres: Guezalpa, Mazapa y Mexcalapa no parecieron señalarles la posibilidad de que se tratara de entidades fluviales distintas. Los ríos mencionados en el siglo XVI por los conquistadores, constituían, en su pensamiento, un solo y único río: el Mexcalapa de siempre, el que corría al sur de San Juan Bautista y tributaba sus aguas al Grijalva y que después de 1881 había tomado el nombre de Río Viejo Mexcalapa en contraposición con otro flujo paralelo, al norte, que el gran río empezó a verter desde 1875 por el rompido de Manga de Clavo y que se llamó Río Nuevo (Carrizal-González) metiendo en problemas a la navegación en el Viejo Mexcalapa.
Entre los primeros investigadores del siglo XX que recuperaron de Bernal Díaz el nombre indígena original del río del siglo XVI, antes de su desviación, estuvieron France V. Scholes y Ralph L. Roys72. Posteriormente Robert C. West, Norbert P. Psuty y B. G. Thom73 continuaron llamando Mazapa al cauce principal del río en Tabasco. Estos autores, tomando en cuenta la pintura de Santa Cruz intentaron identificar de qué manera el gran río había tomado cauce al oriente en el siglo XVII y pensaron que el Mazapa, al ser desviado al oriente, había corrido por el cauce del que ahora se llamaba Río Viejo Mexcalapa, al cual identificaron con el Acachapa del plano de Santa Cruz, y no con el Carrizal, ya que éste había "nacido" en 1881 como Río Nuevo. Por lo tanto, el curso del río pintado y claramente identificado en el siglo XVI como Mexcalapa sólo podía ser una invención, por ignorancia, o un error del cartógrafo, dada la singular forma circular de su plano, que deforma la representación física.
Con la interpretación de West, Psuty y Thom, respetados autores ahora clásicos para la historiografía tabasqueña, se canceló la posibilidad de utilizar la cartografía de Alfaro Santa Cruz como una fuente confiable del siglo XVI en lo que respecta a la hidrografía del Mazapa y del Grijalva de esa centuria. De esta manera resultó imposible ubicar en ese mapa, por ejemplo, el lugar donde habría podido estar el asentamiento primario de lo que fue después la ciudad capital, puesto que las corrientes actuales y las de entonces no parecían tener relación alguna. Fue necesario repensar nuevamente el problema. En 2002 quien suscribe74 planteó la posibilidad de que el río llamado Mexcalapa del siglo XVI hubiera existido tal cual lo pintó Santa Cruz: proveniente de las montañas de la Sierra Norte de Chiapas e independiente del río Mazapa. Que efectivamente fuera el Guezalapa de Cortés, tributario del Grijalva. Pero, si así hubiera sido, ¿dónde estaba ahora ese río? Se lanzó entonces la hipótesis de que a la altura de los 17° 52' 18"Lat. N y los 92° 58' Long. W, el tramo del curso del Río Viejo Mexcalapa ya próximo a la actual ciudad de Villahermosa, constituyera el único resto del curso del original y verdadero Mexcalapa, proveniente de las montañas del Pantepec donde se encuentra el volcán Chichonal y al cual el Mazapa unió sus aguas bordeando las laderas norte de una isla del Pleistoceno, como actualmente corre el Río Viejo Mexcalapa.
El mismo Rovirosa proporcionó en su Ensayo... un dato precioso sobre una merced de tierras en 1613,75 es decir, antes de la desviación del Mazapa, cuya ubicación habría estado actualmente al sur de Villahermosa. La merced tenía como linderos: al río Ixtacomitán, al Teapa y al Mexcalapa, los mismos ríos y la misma relación entre ellos que Santa Cruz señala en su cartografía. Gil y Sáenz, por otro lado, menciona que en 1648 hubo "una gran niebla y humo muy condensado que oscureció por muchos días, llenándose de espanto y pavor los habitantes de estas comarcas",76 lo cual plantea un posible evento geológico relacionado al volcán y permite especular sobre la posibilidad de que esto pudiera haber influido en el cambio de las corrientes fluviales provenientes del macizo montañoso del noroeste de Chiapas. Quizás ésta fue la manera en que la memoria del vero Mexcalapa permaneció en el siglo XVII hasta que el Mazapa unió sus aguas a él después del rompido de 1675, robándole entonces su nuevo nombre: Mexcalapa.
II. Una nueva concepción hidrológica
Mediante observaciones y conclusiones propias, el ingeniero Pedro González coincidió con Rovirosa en que el Grijalva y el Río Seco del siglo de la conquista constituían dos ríos muy diferentes, sin embargo González fue el primer estudioso en tener conciencia plena de que la llanura aluvial había constituido un gran delta y que se encontraba ante una recomposición hidrológica con respecto a la hidrología de La Chontalpa del siglo XVI. González enunció sus conclusiones, aunque tampoco cuestionó el nombre de Mexcalapa. Al explicar su hipótesis sobre el desvío del río, dijo que éste se había unido al San Juan Mexcalapa77 para después reunirse con el Limón, el Ixtacomitán y el Río de la Sierra, "que por traer menos caudal se convirtieron en sus afluentes".78
Para este agudo observador, el Mexcalapa (y para él, también Mazapa) se había desviado como consecuencia de las corrientes divagantes en el terreno aluvial y como parte del proceso evolutivo del mismo delta, es decir, la actual situación significaba un momento hidrológico diferente al que existía en la época colonial, por lo cual propuso que todo el río, desde su entrada a México hasta su desembocadura en la barra de Frontera, llevara el nombre de Grijalva, pues así estaremos de acuerdo con la naturaleza en el estado actual de los fenómenos.79
Después de la construcción de las presas que se realizaron en las cuencas alta y media del río entre 1950 y 1960 (Angostura, Chicoasén, Malpaso o Netzahualcóyotl y Peñitas), la Secretaría de Recursos Hidráulicos uniformó todo el sistema e identificó a esta corriente, de más de 500 kilómetros de largo, como Río Grijalva80, tal como Pedro González lo había sugerido 50 años antes. Aún así, todavía hoy, en el estado de Chiapas, al antiguo gran Mazapa se le reconoce como Río Grande o Río Grande de Chiapa y en Tabasco, al que fue señor y padre de La Chontalpa y cambió su condición a tributario del más principal río de la provincia tabascana, como río Grijalva-Mexcalapa.
Cuando el encomendero de yndios Melchor de Alfaro Santa Cruz realizó su pintura para el rey de las Españas no imaginó siquiera que en los días nuestros su obra habría de ser la única fuente cartográfica mediante la cual es posible apreciar la envergadura del trastorno hidrológico que significó la desviación del viejo Mazapa en el siglo XVII. Mediante la pintura de Alfaro Santa Cruz, coloreada de hermosos azules, se atisba la complejidad y profusión de la hidrografía de la cuenca baja del río en el siglo de la conquista, y por ello es posible apreciar que esta historia sucinta trata de una historia de guerra contra el río. Su desviación dio paso a la desecación progresiva de la cuenca baja que, en los siglos XX e inicios del XXI, se ha consolidado mediante las obras de infraestructura hidro-agrícola, carreteras, relleno de cuerpos de agua, la deforestación feroz, el proceso de urbanización creciente, aunados a la inconciencia de la grandeza, riqueza y fragilidad del agua, y a la pérdida de la memoria histórica.
Toda elagua81 del río
Colofón
No había terminado aún de escribir este artículo, cuando la tarde apacible de un domingo fuimos a visitar a la familia de un viejo y entrañable vecino del municipio de Cunduacán: don Vidal Pérez, de oficio campesino, cultivador de cacao. Llegamos a su casa de jahuacte (Bactris baculifera), techada con palma de guano (Sabal sp.), la última de la ranchería,82 entre las haciendas de cacao. Nos recibieron unos guajolotes adultos muy hermosos y agresivos que paseaban en el patio, amplio, de piso de tierra que antecede a la casa y donde crecen tres árboles grandes de mango bajo los cuales los vecinos solíamos sentarnos antes, en los días de fiesta. Saludamos y entramos. Las mujeres de la familia platicaban en una hamaca mientras don Vidal descansaba en la suya al lado de la puerta trasera de la casa. Don Vidal me ofreció sentarme junto a él, extendiendo una parte del tejido hacia mí, pero su hija me ofreció una silla.
— No quiere usted oler a viejo; que se le pegue lo viejo, me dijo. Y nos reímos.
Quedé sentada a su lado con la cara al exterior. La luminosidad de la tarde resaltaba desde la penumbra. Se podía contemplar un amplio potrero, un cielo con nubes grandes, la línea horizontal de un humo negro proveniente de un mechón donde se quema el gas del yacimiento petrolero Iride y las gallinas, a las que una de las nietas había arrojado maíz quebrado como cena vespertina. Platicábamos nuestros recuerdos cuando recordé lo que entonces escribía y quise saber lo que la gente del campo sabía y pensaba acerca del viejo río Mazapa:
— Don Vidal, ¿cuándo se secó el río que pasaba por Comalcalco?
— Ése lo secó Moctezuma83 cuando era presidente allá en México. Dicen que tenía una carretera debajo de la tierra, desde México hasta cá.84
— ¿Para qué?
— Porque venía huyendo de los españoles. Porque al que querían matar era a él.
— Pero si Hernán Cortés se trajo a Cuauhtémoc.
— Sí, pero no. Era Moctezuma al que de verdad querían matar. Entonces se vino por esa carretera y cuando llegó aquí salió y como vio que ya venían los españoles volvió a meterse debajo de la tierra y entonces secó el río para que ya no lo pudieran alcanzar, porque todo antes era por el río. Los españoles se vinieron por el mar, de México. Lo iban a perseguir por el río y por eso lo secó.
— ¿Pero cómo lo secó?
— Jaló toda el agua para dentro.
— ¿Y cómo es que sabe usted todo esto?
— Porque cuando era presidente López Mateos85 mandó que vieran qué había en esas ruinas que están allá en Comalcalco y entonces empezaron a escarbar y encontraron a Moctezuma que estaba abajo, así sentado [don Vidal se levantó de la hamaca y se sentó en cuclillas, agachó la cabeza y cruzó los brazos sobre las rodillas], y al lado tenía una paila grande, grandísima donde estaba elagua del río. ¿Para qué la querría tan grande entonces? Y así, enfrente, una serpiente grande enroscada ques el demonio que la cuida.
— ¿Y hasta cuándo va a estar así?
— No se sabe, pero si suelta toda esagua de esa paila se inunda Comalcalco, Paraíso, Cunduacán... todos nosotros, porque es grandísima esa paila. Tiene toda lagua del río.
Porqué desviaron el cauce del Río Mezcalapa y Quiénes lo hicieron?
comalcalco del ayer de Manuel Burelo Domínguez.
Los caciques de los pueblos de la Chontalpa, entre los que se mencionan Jalpa, Cunduacán, Cimatan Cucultiupan, Huimanguillo y otros, acosados por la frecuentes y desvastadoras incursiones de los piratas ingleses y holandeses, que penetraban por las barras de Dos Bocas y Chiltepec, rio arriba en la aguas del Mazapa, en busca siempre del botin el cual consistía en el despojo de grandes cargamentos de cacao y secuestro de gente especialmente indios, mestizos y negros, mismos que eran vendidos como esclavos en Jamaica, Nueva Inglaterra y Virginia. Este fue el motivo que los obligó a desviar el cauce del rio Mezcalapa, evitando de esta manera el seguir viviendo bajo la constante amenaza de los piratas, esto sucedió precisamente en el año de 1764, siendo Alcalde Mayor de la Provincia de Tabasco, Pedro Duffán Maldonado.
Al cumplirse 60 años en que los nativos de la Chontalpa realizaron esta odisea y superada la etapa de la Colonia, Tabasco pasa a formar parte de la República Mexicana como Estado Libre y Soberano el 7 de Febrero de 1824, pero tuvieron que pasar tres años y fue hasta el Tercer Congreso Constituyente del Estado, el que tiene a bien expedir el Decreto en el que se erige en Pueblo la ranchería de Rio Seco de la jurisdición de Jalpa bajo la denominación de "San Isidro de Comalcalco".com fecha 5 de Octubre de 1827. Este Decreto fue promulgado el día 27 del mismo mes y año, en la Ciudad de San Jaun Bautista de Tabasco, por el C. Gobernador del Estado - Marcelino Margalli... Siendo Secretario. José Mariano Troncoso.